¿Son primos? Cuál es la diferencia entre lobos y perros

Cuando se observa cómo los perros y los humanos conviven, es natural preguntarse acerca de las similitudes y diferencias entre los perros y sus parientes naturales, los lobos. A pesar de que comparten antepasados, la evolución de ambas especies se ha separado por miles de años.

Hace entre 15 mil y 30 mil años, los Canis lupus familiaris iniciaron su evolución, mientras que los lobos, que pertenecen a la especie Canis lupus, siguen siendo principalmente animales salvajes. A través del proceso de domesticación, se han producido notables cambios en su conducta, fisiología y, sobre todo, en su relación con los seres humanos.

En cuanto a su aspecto físico, los lobos suelen ser más imponentes y macizos en comparación con la mayoría de los perros, destacando por poseer extremidades más largas, hocicos más anchos y orejas menos afiladas. Además, su dentadura es mucho más potente, ya que está perfectamente adaptada para cazar y despedazar la carne de sus presas.

A pesar de estar genéticamente próximos, los perros y los lobos tienen notables discrepancias que se han agudizado tras siglos de domesticación canina. El ser humano ha elegido a los caninos para que presenten rasgos físicos y conductuales idóneos para coexistir en su entorno, como una sociabilidad más desarrollada al mismo tiempo que una pluralidad en cuanto a tamaños, siluetas y tonalidades de pelo.

Los lobos poseen instintos naturales de caza y supervivencia muy marcados, además de estructuras sociales complejas y conductas que les permiten sobrevivir en su hábitat natural. Mientras que los perros, en cambio, han desarrollado una gran habilidad para interactuar con la especie humana y dependen de nosotros para obtener alimento y seguridad. Estos animales han perfeccionado virtudes como la obediencia, la fidelidad y su capacidad para asimilar órdenes.

En lo que respecta a las alteraciones genéticas del canino, éstas han impactado incluso en su salud, puesto que algunos tipos de perros son más propensos a padecer determinadas afecciones que no se presentan en los lobos silvestres.

Un rasgo distintivo entre estos dos animales es lo que comen. Los lobos, mayormente carnívoros, necesitan cazar para sobrevivir. Por otro lado, los perros han ajustado su dieta a alimentos tanto de origen animal como vegetal, lo cual indica claramente su coexistencia y desarrollo junto a los seres humanos.

Para finalizar, cabe destacar que el impacto del ser humano ha sido determinante en la separación de estas dos razas, a través de una selección artificial durante el proceso de domesticación canina.