Por si mañana es tarde para estos Miami Heat

10 Jun 2023

DAVID SÁNCHEZ R.

Actualizado 10/06/2023 - 09:17 CEST

Lo que viene a continuación es un consciente acto de injusticia para con estos Miami Heat que ni siquiera hoy se reconocen inferiores al llegar a vestuarios. Es esta y no otra la clave de un equipo alérgico a la condescendencia, pero con el que a estas alturas resulta difícil esquivar la idea de que no es suficiente.

Miami Heat - Figure 1
Foto MARCA.com

Por ello es conveniente aplaudir a este grupo ahora, por si mañana el champán del campeón no permite elogiarlos en su justa medida. Aunque un ejercicio así haga hervir la sangre de Pat Riley y todo lo que queda por debajo.

Hoy los Heat han hecho el partido que tenían que hacer con respecto al discurrir del tercer encuentro. A excepción del tiro exterior, tantas veces termómetro para ellos (8/25 hoy desde el triple), los del sur de Florida han sanado la mayoría de heridas abiertas en el anterior partido.

Cortaron la hemorragia al rebote a base de puro oficio colectivo a la hora de cerrar su propio tablero. Subsanaron el abismo de puntos en la pintura dejando a los Nuggets en un 44,4% en la zona y acabando el tanteo en 48-46 para Denver en las inmediaciones del aro.

También vieron a un Butler reconocible de principio a fin, protagonizando su mejor partido de la serie a pesar de estar lejos de los picos alcanzados en eliminatorias anteriores. Y la guinda del pastel: anularon el juego de pares entre Jamal Murray y Nikola Jokic (sólo 38 puntos entre ambos) renunciando a su amada defensa zonal y con un Bam Adebayo catedralicio en defensa.

Miami Heat - Figure 2
Foto MARCA.com

El trabajo sobre el pívot serbio fue una clase maestra, manteniendo sus porcentajes por debajo del 50% (42,1% en un 8/19), dejándole en cuatro asistencias con tres pérdidas, alejándole del aro y sacándole del encuentro con problemas de faltas en el último cuarto.

Pero estos Nuggets no se acaban en Jokic. El equipo de Mike Malone ha logrado 'matar al padre' y logrado sobrevivir a las odiseas que antes suponía cada segundo sin Nikola en cancha. Lo cual supone un revés insalvable para unos Heat preparados hasta la última fibra para reducir el impacto de la estrella.

Ahora mismo Denver obliga a aplicar la teoría de la manta y elegir entre tapar los pies o la cabeza. Y esa zona descubierta por la gravedad que atraen Jokic y Murray, fue la que aprovecharon para colarse los secundarios de lujo con los que también cuentan los de Colorado. Al festival de cortes a canasta y movimiento sin balón de Aaron Gordon y Michael Porter Jr (que esta noche combatió su falta de acierto siendo agresivo hacia el aro) le puso la puntilla Bruce Brown, cuya aparición terminó de tumbar en la lona a un Miami que se resistió a caer.

Miami Heat - Figure 3
Foto MARCA.com

El transcurrir de estas Finales recuerda de forma inevitable a las de 2020, a las que los Heat ya accedieron por sorpresa porque es su naturaleza devorar las dudas de cada uno de los rivales supuestamente superiores que tiene enfrente. Pero Denver, como aquellos Lakers, tiene un cuerpo de campeón que hasta el momento apenas conoce la zozobra.

En aquellas, un legendario partido de Jimmy Butler (35-12-11) impidió el 'gentleman's sweep' en el quinto y no quepa duda de que Spoelstra y sus muchachos plantearán el próximo como si la serie fuera 0-0. Pero, por si mañana es tarde, quede aquí el alegato por Miami Heat. A sabiendas del atropello que supone con respecto a su carácter vender la piel del oso antes de verlo muerto del todo.

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