¿Dolor en las piernas o dificultad para respirar? Estos son los síntomas de la trombosis

14 días atrás
Trombosis

La trombosis es un problema que surge cuando se desarrollan aglomeraciones de sangre en las venas o arterias, creando un obstáculo parcial o completo al flujo sanguíneo. La causa y los factores de riesgo son diversos, y la ubicación de la trombosis puede llevar a problemas graves, incluso a la muerte. Por lo tanto, conocer, prevenir y tratar la trombosis es de suma importancia para la salud del público.

Se pueden distinguir dos variedades importantes de trombosis: la trombosis arterial y la venosa. Como ejemplos de trombosis venosa se pueden mencionar la trombosis venosa profunda (TVP), que suele afectar las piernas, y la embolia pulmonar.

Por otra parte, una arteria obstruida puede ocasionar problemas graves como infartos o embolias según la arteria que se vea afectada.

Los signos pueden ser muy diferentes según el tipo de coágulo.

Existen diversos elementos que pueden incrementar el peligro de sufrir trombosis, tales como la falta de movimiento durante un tiempo prolongado, intervenciones quirúrgicas recientes, problemas cardiacos o cáncer, ciertos tratamientos de hormonas, el hábito de fumar, la obesidad, el embarazo y padecimientos genéticos que afectan a la coagulación sanguínea.

Para evitar la aparición de coágulos sanguíneos, es importante llevar un estilo de vida saludable con una alimentación balanceada y ejercicio regular. En ocasiones de alto riesgo, como después de largos periodos de inactividad o procedimientos quirúrgicos, pueden ser recomendados medicamentos anticoagulantes.

Para detectar la trombosis, se llevan a cabo diversos análisis como ecografías Doppler, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM), entre otros, que permiten observar el tránsito sanguíneo y la existencia de coágulos en el organismo.

El objetivo del tratamiento es evitar la expansión del coágulo y disminuir la posibilidad de contratiempos. Esto involucra la utilización de fármacos antitrombóticos o inhibidores que actúan directamente sobre el factor Xa.

En circunstancias graves, a veces es necesario aplicar trombolíticos para deshacer el coágulo, lo que acarrea la posibilidad de sufrir hemorragias. En casos particulares, por ejemplo si el coágulo es muy grande o si la medicina no funciona, cabría sopesar una intervención quirúrgica para suprimir o evitar el coágulo.

La relevancia de enseñar sobre los signos y peligros que conlleva la trombosis no puede ser minimizada. Identificar el problema en sus etapas iniciales y ser tratado apropiadamente son cruciales para evitar cualquier complicación asociada a la enfermedad. La cooperación entre los pacientes, sus familias y los profesionales de la salud resulta fundamental para poner en práctica una estrategia eficaz en la prevención y tratamiento de la trombosis.

Hace poco tiempo, se informó que la AstraZeneca ha comunicado que su vacuna contra el COVID-19, creada en colaboración con la Universidad de Oxford, podría estar relacionada con la aparición del síndrome de trombosis con trombocitopenia(TTS), pero la compañía farmacéutica destaca que este efecto negativo es de rara aparición. Esta situación salió a la luz durante una demanda colectiva presentada por individuos que experimentaron graves efectos secundarios después de recibir la inyección.

Es importante destacar que esta vacuna fue una de las utilizadas por el Gobierno de México para luchar contra la pandemia del COVID-19, lo que contribuyó considerablemente a la campaña nacional de vacunación, pero las últimas revelaciones han provocado incertidumbre en la población.

La TTS es un desorden poco frecuente pero severo que se distingue por la creación de coágulos sanguíneos atípicos junto a un bajo nivel de plaquetas, células fundamentales para la coagulación de la sangre.

La trombosis del seno venoso cerebral o la formación de coágulos en el abdomen son consecuencias de la TTS, la cual se caracteriza por la aparición de coágulos en zonas del cuerpo donde normalmente no se producen.

Los signos pueden presentarse con fuertes jaquecas, inconvenientes visuales, dolores abdominales, náuseas, vómitos, dificultades respiratorias y dolencias en el pecho, entre otras cosas. Su cura es complicada y necesita de un enfoque diverso que puede incluir medicamentos para frenar la coagulación y terapias para incrementar el número de plaquetas.

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