‘Desaparecen’ fundadores de Grupo Peak con dinero de cientos de inversionistas; víctimas acusan de fraude a Arturo Castro y Elías Castro
"Grupo Peak En Quiebra Defrauda A 100 Inversores"
Luego de que el Grupo Peak, una compañía establecida en San Pedro Garza García, Nuevo León, declarara inesperadamente bancarrota, sus fundadores Arturo de Jesús González Cantú y Víctor Hugo Sepúlveda han desaparecido sin dejar rastro, dejando una falta económica y legal que perjudica a más de 100 inversores y antiguos trabajadores.
De acuerdo con los testimonios recopilados, los creadores de Peak han borrado su huella digital y no se ha tenido ninguna notificación de ellos desde la reunión virtual del 17 de abril en la que anunciaron la quiebra de la compañía. Durante esta junta, dos abogados de un bufete en Torreón, Ricardo Antonio Muñoz y Roberto Ríos, dirigieron la sesión y ofrecieron una solución conciliatoria a los inversionistas perjudicados a través del pago en especie o la liquidación de activos como terrenos y camiones en México y Estados Unidos.
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El exejecutivo de ventas de Peak, Elías Castro, afirmó que ni siquiera los antiguos miembros de la empresa pueden obtener datos sobre la liquidación o el manejo del proceso con los inversores. En una llamada telefónica, Castro mencionó que no se les ha informado a nadie y que tampoco sabe con quién discutirán su liquidación.
Los creadores del Grupo Peak desaparecen después de anunciar la bancarrota durante una videoconferencia en Zoom.
Los clientes que depositaron casi 800 millones de pesos en el fondo de inversión se llevaron una sorpresa al enterarse de la declaración repentina de bancarrota. Durante la reunión virtual en Zoom, ninguno de los fundadores hizo acto de presencia, lo que generó más incertidumbre entre los perjudicados. Una de las inversionistas, quien prefirió mantener el anonimato, manifestó su preocupación por el completo silencio tras la reunión. "No ha habido ninguna comunicación o información adicional de ningún miembro del equipo a los clientes", afirmó.
La falta de claridad y la interrupción abrupta de la comunicación por parte de los miembros externos y los abogados han aumentado la desconfianza entre los perjudicados. De hecho, se ha bromeado de manera sarcástica sobre la posibilidad de que los colaboradores se dediquen a responder mensajes electrónicos de aquellos inversionistas que han aceptado el acuerdo de conciliación presentado durante la reunión.
Los ex trabajadores de Peak sienten confusión acerca de lo que sucederá con la empresa y cómo se llevará a cabo su liquidación. Ignoran cuál será el destino de los ahorros de los inversores y hasta qué punto se verán afectados. Según Castro, quien ya no forma parte de la empresa, carecen de información clara sobre estos temas.
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Individuos del colectivo Peak comienzan procesos legales.
Frente a esta coyuntura, unos cuantos inversionistas han preferido emprender acciones legales en vez de aceptar las ofertas de arreglo presentadas en la reunión. La inseguridad y la carencia de detalles han dejado a los damnificados en un estado vulnerable, sin tener certeza sobre qué va a pasar con su inversión o el desenlace que tendrá la compañía.
Se ha difundido en múltiples plataformas y redes sociales que el acuerdo otorgado a los inversores tenía términos inapropiados que les imposibilitaban reportar supuestos actos fraudulentos a las instancias correspondientes.
Los inversionistas y antiguos trabajadores se han visto perjudicados por la repentina ausencia de los principales responsables de la empresa del Grupo Peak, lo que ha generado una situación de incertidumbre en cuanto a la liquidación de la compañía y el destino de las inversiones realizadas, provocando un vacío legal y financiero.
Según datos de Reforma
