El Alavés encuentra los puntos flacos del Sevilla

4 hora atrás
SEVILLA

El Sevilla está en una situación caótica, y no es algo nuevo, ya que este escenario se ha presentado de manera constante en las últimas temporadas. El entrenador, García Pimienta, no consigue que su equipo tenga un buen rendimiento, al igual que sus predecesores, lo que sugiere que no se trata de un problema temporal, sino de uno más profundo. El equipo carece de fútbol y de energía, y ni siquiera cuenta con la suerte de su lado. Si la semana pasada tuvo dificultades para vencer al Getafe en el Pizjuán, en Mendizorroza sufrió a lo largo de todo el partido. Desde la lesión de Isaac Romero a los quince minutos, hasta los continuos golpes recibidos por el Alavés.

Antonio Sivera, Abdel Abqar, Aleksandar Sedlar, Manu Sánchez, Nahuel Tenaglia, Joan Jordán (Santiago Mouriño, en el minuto 88), Stoichkov (Jon Guridi, en el minuto 70), Ander Guevara (Antonio Blanco, en el minuto 70), Carlos Vicente, Carlos Martín (Abde Rebbach, en el minuto 76) y Toni Martínez (Kike García, en el minuto 75).

Ørjan Nyland, Adrià Pedrosa (sustituido por Valentín Barco en el minuto 65), Tanguy Nianzou (sustituido por Loïc Badé en el minuto 69), José Ángel Carmona, Kike Salas, Djibril Sow (sustituido por Nemanja Gudelj en el minuto 69), Lucien Agoumé (sustituido por Chidera Ejuke en el minuto 65), Saúl Ñíguez, Isaac Romero (sustituido por Kelechi Iheanacho en el minuto 13), Dodi Lukébakio y Peque.

Goles: 1-0 en el minuto 16, anotado por Carlos Vicente. 2-0 en el minuto 59, marcado por Carlos Martín. 2-1 en el minuto 82, de Lukebakio.

Árbitro Javier Alberola Rojas.

Tarjetas amarillas para Saúl (minuto 32), Adrià Pedrosa (minuto 45), Loic Bade (minuto 74), Guridi (minuto 86) y Kike Salas (minuto 94).

Quizás los jugadores vitorianos tienen claro su rol en la Liga. Desde el inicio, sus objetivos son evidentes: evitar el descenso lo más pronto posible y, luego, enfrentarse a lo que venga. En eso están enfocados. La energía de sus futbolistas se transmite a los aficionados, o quizás sea al revés, pero en el terreno de juego se observa a un equipo enérgico que lucha por cada balón, en una dinámica colectiva, y que molesta a rivales como el Sevilla, que tiene una moral debilitada y le resulta complicado salir de su zona defendida con el balón controlado. Los vascos supieron identificar las debilidades de los andaluces.

El Alavés opta por un estilo de juego sin complicaciones. Les favorece el fútbol directo, y se evidenció claramente en su enfrentamiento contra el Sevilla. En el minuto 17, Tenaglia envió un pase desde la banda derecha hacia el área, donde Carlos Vicente interceptó la pelota con el pie para rematar sin dejarla caer. La intervención del portero Nyland fue fundamental para que los albiazules pudieran celebrar su primer tanto.

El gol dejó al Sevilla en un estado de shock, y durante varios minutos perdió el control, quedando muy cerca de recibir más goles. Tres minutos después, aún tratando de digerir lo sucedido, Sivera envió un balón largo hacia el campo rival. Toni Martínez superó en velocidad a Salas y, al encontrarse frente al portero, disparó con fuerza, pero el balón se desvió un metro de la portería. Sin tiempo casi para reponerse, Stoichkov logró marcar, pero un fuera de juego al inicio de la jugada arruinó la celebración en Mendizorroza.

El Sevilla no mostró respuesta hasta la segunda mitad, momento en el que Lukebakio tomó la iniciativa. Asumió la responsabilidad de su equipo y se convirtió en una auténtica pesadilla para la defensa del Alavés. Prácticamente en solitario y con escaso apoyo, generó incomodidad al adversario y creó las oportunidades más peligrosas ante Sivera. En una primera ocasión, trató de encontrar un hueco en el área y su potente tiro se estrelló contra la espalda de su compañero Saúl, que se encontraba cerca. Poco después, otra jugada protagonizada por él terminó en los pies de Saúl, quien, desde una corta distancia, disparó, pero Sivera logró realizar la parada más destacada de la noche.

Sin embargo, la desgracia para el Sevilla se concretó en la siguiente jugada, cuando el despeje del portero del Alavés llegó a Vicente. Su centro fue cabeceado por Stoichkov, que impactó en el travesaño, y el rebote cayó en los pies de Carlos Martín, quien solo tuvo que empujarla para aumentar la ventaja de su equipo. Prácticamente desmoralizados y golpeados por el marcador, los jugadores del Sevilla intentaron no rendirse y buscaron desligarse de la desilusión, ya que el Alavés tampoco mostraba signos de debilidad. Quedaban todavía muchos minutos por jugar, y el Sevilla se propuso tomar el control del encuentro. Finalmente, fue Lukebakio quien logró abrir una pequeña puerta a la esperanza en el minuto 82, al recibir un balón en el borde del área, crear un espacio y disparar con fuerza hacia la escuadra de Sivera.

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