Día de la educadora 2024: Nancy Pasillas realiza esta profesión como una misión de vida

Nancy Iliana Pasillas Rodríguez, quien al igual que sus progenitores son maestros, optó por laborar en Zacatecas buscando mejorar la educación de los pequeños.

Desde temprana edad, tuvo claro que su aspiración en la vida era emular la vocación de sus progenitores: él, un modelo de docente de educación secundaria, y ella, una cariñosa y entregada formadora.

En el año 2006, cuando tenía apenas 21 años, Nancy comenzó en su carrera profesional brindando cuidado y atención a niños y niñas de educación inicial en los Centros de Atención Infantil (CAI).

Después de siete años, y debido a su capacitación, desarrollo profesional y constante preparación, consiguió un puesto en el área de educación preescolar.

Durante su trayectoria, Nancy realizó estudios universitarios en Intervención Educativa y Educación Preescolar en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), así como en psicología en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). Además, ha dedicado tiempo a la realización de cursos, posgrados y diplomados, lo que le ha permitido contar con un amplio abanico de habilidades y herramientas para desarrollar su trabajo con éxito.

Antes de desembarcar en el Jardín de Niños Tillolí, donde actualmente trabaja, Nancy tuvo un recorrido por varias escuelas en municipios como Río Grande, Fresnillo y Genaro Codina. A lo largo de ese trayecto, entabló amistad con personas altamente distinguidas en el ámbito educativo, quienes le dejaron una huella imborrable en su corazón.

Uno de los recuerdos más vívidos que tiene del padre de él, el profesor Hilarión Pasillas Picazo, es que constantemente lo veía dedicado al estudio y mejorando cada día para ser un maestro excepcional.

Nancy ha adquirido de su madre Teresa Rodríguez Ruiz la amabilidad y serenidad para impartir lecciones a los pequeños. La docente Nancy se preocupa por oír todo lo que tienen que manifestar los infantes: "los niños son una fuente de enseñanza para nosotros, son sagaces y podemos absorber mucho de ellos", indicó.

Nancy es una mujer muy activa, aunque tiene dos hijos pequeños de 6 y 7 años en casa. Busca tiempo para buscar cursos y talleres para aprender más cosas interesantes. De esta manera, pudo aprender lengua de señas para fomentar la inclusión en una escuela primaria.

De acuerdo con su declaración, le agrada enseñarles a sus estudiantes acerca de valores como el respeto, la tolerancia y la aceptación hacia los demás, debido a que en cualquier instante, algún infante que padezca cierta discapacidad, podría integrarse al centro educativo y por ello, se les debe educar de forma justa y equitativa.

Asimismo, opinó que los menores con problemas de audición, autismo, TDA u otras condiciones deben tener las mismas oportunidades de desarrollo que los demás y recibir una educación de calidad en un entorno adaptado y con atención individualizada.

Así es como la profesora Nancy les imparte conocimientos acerca de la lengua de señas, las cifras, el alfabeto, las frases básicas tales como "hola", "adiós", "¿cómo estás?" y también cómo presentarse, todo con la intención de prepararlos y permitirles acoger con amabilidad a un nuevo compañero.

Ella ha cuidado personalmente a niños y niñas que sufren de pérdida de audición, por lo que está motivada a aprender lengua de signos para brindar una educación de calidad a estos pequeños.

Nancy tiene fuerte convicción de que, desde el ámbito educativo, es posible efectuar transformaciones significativas a nivel social, a través de la enseñanza de valores como la tolerancia, el respeto y la aceptación.

Enunciando diariamente, Nancy afirmó que el profesor tiene la opción de descubrir y apreciar su labor como una tarea importante, evaluando lo que brinda a sus estudiantes y la importancia que tendrá para su futuro.

"Logré hacer realidad mi anhelo de ser docente y ahora lo considero no solo un empleo, sino una tarea vital", manifestó.

A pesar de haber sobrepasado los treinta y nueve años y de trabajar en la enseñanza por más de diez años, Nancy se siente realizada al haber logrado su anhelo de convertirse en educadora. No obstante, ella comprende que todavía hay mucho por recorrer y persevera en su afán de progresar y superarse en conjunto con sus estudiantes.