Día de la Educadora: Alma Rosa Fiscal Alcántara celebra fecha con orgullo

Enamorada Del Jardín Rafael Tijerina Carranza, Es Educadora Desde Joven

Publicado en el apartado de CULTURA el 22 de abril de 2024, a las 11:11 horas.

Fecha y hora de la última actualización: 22 de abril de 2024 a las 11:12 horas.

La etapa de la educación primaria es de gran importancia para los pequeños, ya que establece la base de su aprendizaje y crecimiento de habilidades mentales, siendo las educadoras de preescolar las responsables de esta labor. En conmemoración de su labor, se celebra el Día de la Educadora el 21 de abril.

Alma Rosa Fiscal Alcántara, encargada del grupo de tercero A en el Jardín de Niños Rafael Tijerina Carranza, es un ejemplo de dedicación y amor hacia la noble profesión que ha ejercido durante 20 años.

Durante mi época en la secundaria, comencé a laborar en un colegio privado en el turno matutino, dado que por las tardes asistía al Cobat. Con el paso del tiempo, me encariñé con la labor docente. Coincidentemente, en aquel jardín trabajaba mi tía, quien hoy en día ya se ha retirado como educadora. Al observarla ejercer profesionalmente, mi amor por esta carrera tomó forma.

Destacó que durante su carrera como docente ha observado la evolución de la educación de los niños y cómo se ha modificado la relación con los padres de familia.

Desde el año 2003 he estado en la escuela y he experimentado cuatro modificaciones en el plan de estudios, lo que se ha vuelto complicado debido a la reciente reforma educativa. Pero gracias a mi dedicación, he logrado superar los obstáculos e informarme a través de grupos de lectura y talleres, lo que ha sido muy útil. Además, he notado un cambio significativo en las madres de mis compañeros de clase, quienes antes eran personas mayores que yo, pero ahora, después de 20 años, son mucho más jóvenes que yo y me tratan de manera diferente.

Expresó que una de las alegrías que ha obtenido al desempeñarse como docente son los abrazos y afecto de sus alumnos pequeños, así como el agradecimiento de las madres y la oportunidad de presenciar el progreso de aquellos a quienes enseñó en el jardín de infancia.

La escuela Primaria está a un costado de mi jardín, mientras que la Secundaria se encuentra a unas cuantas calles. A lo largo del tiempo, he presenciado el crecimiento de muchos alumnos, muchos de los cuales ya han recibido sus diplomas de graduación. Actualmente, tengo exalumnos que son padres y además confían en mí para educar a sus hijos. Todo esto me llena de orgullo y me reconforta saber que estoy desempeñando un buen trabajo. Me siento igual de entusiasmado como en el primer día de clases y es gratificante saber que los exalumnos y sus padres tienen buenos recuerdos de mí.