Denuncian la vinculación de Banco Santander con la deforestación - Diario16plus

Santander

Durante la Junta General de Accionistas del Banco Santander, un grupo de activistas de Greenpeace se dirigió a la ciudad financiera del Grupo en Boadilla del Monte para llevar a cabo una simulación de un incendio. Este tipo de catástrofes se generan intencionalmente en múltiples lugares como Brasil con el propósito de destruir bosques que albergan una rica biodiversidad, para reemplazarlos por enormes plantaciones de soja, aceite de palma y pasturas para ganado. Posteriormente, estas explotaciones se utilizan para obtener grandes ganancias económicas.

Cambiar Bosques Por Pastizales

De acuerdo con la entidad Greenpeace, el Banco Santander Brasil, del Grupo Santander, es el principal financiador internacional de las tres principales productoras de carne de Brasil (JBS, Marfrig y Minerva). Estas empresas están llevando a cabo actividades de deforestación en la Amazonia y el Cerrado para reemplazar los bosques con pastizales para el ganado. Según Greenpeace, las políticas del Banco Santander no están siendo efectivas ya que la deforestación en el bioma del Cerrado, donde se expande el cultivo de soja y los pastos para la ganadería, ha aumentado un 43% en 2023 en comparación con 2022, según el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE). Esto demuestra la discrepancia entre lo que el Banco Santander afirma en sus políticas climáticas y de biodiversidad y lo que realmente está sucediendo en Brasil.

El Cerrado, una vasta área de sabana caracterizada por su enriquecida biodiversidad, es la segunda mayor región biogeográfica de Sudamérica. Hablamos de cerca de 2 millones de km², lo que representa alrededor de un cuarto del país brasileño.

La deforestación es un asunto de mucha gravedad que pone en peligro el futuro de la humanidad. Según la FAO, aproximadamente 420 millones de hectáreas de bosques, lo que equivale a una zona mayor que la de la Unión Europea, han sido utilizadas para fines agrícolas entre 1990 y 2020. Además, de acuerdo con el IPCC, un organismo especializado en aconsejar a las Naciones Unidas en temas climáticos, alrededor del 13% de las emisiones de CO2 están relacionadas con actividades agrícolas, forestales y otros usos de la tierra. “Es importante recordar”, afirmó Miguel Ángel Soto, el líder de la Campaña de Bosques de Greenpeace España, “que el Banco Santander no se encuentra exento de esta situación. Forma parte del problema”.

Exigencias A Bancos Y Entidades En Finanzas

En el interior de la Junta de Accionistas del Santander, un representante de la campaña de Greenpeace España ha presentado una pregunta relacionada con la vinculación del banco con la deforestación. Al final de la reunión, se planteará la pregunta y se pedirá al banco que defienda públicamente la introducción de obligaciones específicas en la Unión Europea para las instituciones financieras. Estas obligaciones tienen como objetivo garantizar que los flujos financieros de los bancos no contribuyan ni directa ni indirectamente a la degradación de los ecosistemas y a la violación de los derechos humanos. Además, se ha solicitado el apoyo del banco para incluir al sector financiero en la Ley de Deforestación aprobada en 2023.

Durante la reunión de la Junta de Accionistas, Soto ha destacado la estrecha conexión existente entre el Santander y la deforestación, lo que enfatiza la importancia de que la UE establezca normas y responsabilidades de diligencia debida para las entidades financieras que operan en su territorio. Esto permitiría prevenir la contribución, directa o indirecta, de los flujos financieros en la destrucción de los ecosistemas.

Norma De UE Contra La Deforestación En Productos

Según Greenpeace, el Reglamento de la UE sobre productos que no contribuyen a la deforestación (EUDR), adoptado en mayo de 2023, es el primer paso para cumplir los objetivos globales de la UE y reducir el impacto en los ecosistemas. Este reglamento exige que las empresas que vendan dentro de la UE utilicen únicamente materias primas (como carne de vacuno, soja, cacao, café, aceite de palma, caucho, madera y pasta de papel) producidas de manera legal y que no contribuyan a la deforestación. A pesar de esto, el reglamento actual no se encarga de los flujos financieros que están relacionados con la destrucción de los ecosistemas. No obstante, el EUDR establece que la Comisión Europea debe considerar la inclusión del sector financiero en el reglamento antes de julio de 2025.

Es crucial que se establezcan deberes precisos de diligencia debida para las entidades financieras y se asegure que sus corrientes de recursos no colaboren con la transformación y detrimento de los entornos naturales, ni con los atropellos a los derechos humanos vinculados a ellos. En consecuencia, es esencial que la Unión Europea incorpore al ámbito financiero en la próxima evaluación de la Ley de Deforestación aprobada en el año 2023, concluye Soto.

Greenpeace ha comenzado una campaña para recolectar firmas en la que la población pueda unirse y exigir al Santander que cese su financiamiento a la deforestación de los bosques.

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