Hay una razón legal por la que 'Ben-Hur' nunca muestra a Jesucristo: el director supo convertirlo en una fortaleza para la película

La película colosal y galardonada de William Wyler no presenta en ningún momento la cara de Jesús al público. ¿Qué fue lo que inspiró esta particularidad en la dirección de la película?

Durante la Semana Santa, hay una película clásica que debe ser vista al menos una vez en la vida: Ben-Hur. Esta epopeya histórica fue dirigida por William Wyler en 1959, y se estrenó en España en 1960. Hizo historia en los Oscar al convertirse en la película más galardonada de todos los tiempos, llevándose un total de once premios. Ahora, 64 años después, ninguna otra película ha logrado superar su récord, aunque dos películas han logrado empatarla: Titanic y El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey, ambas con once galardones.

Con una extensión de 212 minutos, lo que equivale a tres horas y 20 minutos, la película rivaliza con las grandes epopeyas de Hollywood y su presencia es una constante en estas festividades que tienen lugar en este periodo. Por tanto, no sorprenderá a nadie que La 1 de RTVE haya elegido hoy, jueves 28 de marzo de 2024, a las 16.00 horas para su emisión.

Con la actuación principal de Charlton Heston y Stephen Boyd, esta icónica epopeya bíblica se convirtió en un hito y cautivó a varias generaciones, y algunas de sus escenas, como la emocionante carrera de carros, se han convertido en parte integral de la historia del séptimo arte. En 2016, se lanzó un relanzamiento con el mismo nombre, pero no logró ni de cerca replicar su impacto original.

El enfoque principal de la trama de "Ben-Hur" se centra en Judá Ben-Hur, un acaudalado príncipe de Judea que es traicionado y enviado a trabajar en los barcos por su amigo de la niñez, el oficial romano Mesala. La película no solo se trata de la venganza que busca Ben-Hur para recuperar su libertad, sino que, en su esencia, también relata la historia de Jesús.

La evolución de los personajes principales en la trama se encuentra fuertemente relacionada con la de Cristo, al grado de que la película inicia con su nacimiento y concluye poco después de su crucifixión.

No obstante, la manera en que se muestra a Jesús en la película de Ben-Hur es bastante inusual, ya que se distingue por una particularidad que llama mucho la atención: en ninguna escena del film se muestra el rostro ni se escucha la voz de Cristo.

A pesar de todo, esta característica logró dotar a la película de una de sus escenas más hermosas. Esto se debió a una ley británica de la época, que prohibía categóricamente la representación física o vocal de Jesús en el cine, a menos que fuera el protagonista. El actor estadounidense Claude Heater, que interpretó al personaje de espaldas en Ben-Hur, no recibió crédito alguno.

A pesar de que esta regulación podría haber sido un gran obstáculo para su realización, el director William Wyler logró transformarla en una ventaja: durante toda la película, la figura de Cristo solo será concebida por la mente del espectador y en especial, gracias al excelente trabajo de los demás actores.

Nuestros colegas en AlloCine señalan que una demostración clara de esto es la escena donde Ben-Hur cruza el desierto, encadenado a otros presos, y cae al suelo exhausto y completamente deshidratado. En ese momento, la única imagen que vemos es la mano de Cristo ofreciendo agua a Judá, con Su silueta divina interponiéndose entre él y el oficial romano. La fuerza de la escena proviene principalmente de la expresión asombrada de Charlton Heston y la sorpresa en el rostro del actor que interpreta al centurión. Esto es suficiente para crear una impresión duradera en los espectadores y ofrecer uno de los momentos más importantes de Ben-Hur.