El cometa diablo: así ha sido su aparición en la Tierra
Un cometa malévolo, identificado como 12P/Pons-Brooks, ha hecho su debut tras más de 70 años en el sistema solar interior y aún se puede discernir a simple vista. De acuerdo con cálculos, el objeto ha llegado a su máxima aproximación al sol este domingo 21 de abril, apenas unos días antes de que ocurra la fase de la luna llena.
El subdirector ejecutivo de la Real Sociedad Astronómica Británica (RAS), Robert Massey, afirma que si no hay luna en el cielo ni contaminación lumínica, y el cielo se encuentra completamente despejado, existe una posibilidad de vislumbrar algo incluso a simple vista.
No obstante, la luna se encuentra en fase de transición de cuarto creciente a luna llena, lo cual ha complicado su percepción debido a la existencia de nubes en el firmamento, pese a que alcanza un brillo de magnitud 3,5, el cual debería ser visible al ojo desnudo.
La estrella, cuyo tamaño es similar al del pico del Monte Everest, realiza una vuelta completa alrededor del sol cada 71.3 años, lo que significa que no podremos verla de nuevo hasta el año 2095.
Este cometa tiene un núcleo de aproximadamente 34 kilómetros de ancho y posee dos características que son al mismo tiempo interesantes e inusuales. En primer lugar, las fotografías tomadas han revelado su peculiar color verde, el cual se debe a la presencia de una molécula llamada dicarbono, según afirmaciones del Dr. Massey. Ésta molécula tiene la capacidad de absorber la luz del sol y reflejar algo de ella con ese característico tinte verdoso.
Además, ha sido objeto de curiosidad en todo el mundo debido a su esporádica "apariencia con cuernos". Gracias a esta particularidad, ha sido apodado como el 'Cometa Diablo'. El origen de estas puntiagudas formas se debe a que este objeto es catalogado como un cometa criovolcánico, y con frecuencia libera polvo, gases y hielo en erupciones al aumentar la presión en su interior debido al aumento de temperatura.
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En el año 1812, se identificó que este objeto congelado era un cometa, aunque ya había sido visto en el siglo XIV. Sin embargo, su descubrimiento oficial no se produjo hasta el inicio del siglo XIX, cuando el astrónomo francés Jean-Louis Pons y el angloamericano William Robert Brooks lo avistaron en su siguiente trayectoria en 1883. El nombre del cometa proviene del reconocimiento de ambos astrónomos.
